Por mucho que en el horóscopo chino las personas nacidas bajo el signo de la rata sean individuos disciplinados, optimistas, meticulosos, sociables, ahorradores…en occidente describir a un sujeto como rata no le confiere precisamente cualidades muy ejemplares. No puede decirse, desde luego, que este nuevo año chino ratonil, que se iniciaba la semana pasada preñado de buenos augurios y cargado de energía positiva, cumpla de momento sus expectativas, marcado como está por la cuarentena de un indeseable virus.
El año de la rata implica el comienzo de un nuevo ciclo. Ya…¿ Y que año nuevo no supone esto ? La realidad es que al ser humano le gustan los principios, los planteamientos, las primeras páginas en blanco, el ” hoy es el comienzo del resto de nuestra vida “ . Vivimos instalados en lo obvio. Todo es a partir de mañana, no, esperen, mejor a partir del lunes…
Aunque algo bueno tendrá la rata…Precisamente en estos días el mundo recuerda que hace 27 años dejó de habitarlo una actriz de rostro angelical con un sugerente perfil de ratita presumida.
Y aunque Audrey convertía en mágico cualquier atuendo, y que con la bata de bibliotecaria que llevaba en la película que encabeza esta entrada tenía mejor aspecto que nosotras, pobres mortales, el día que nos arreglamos con más esmero, es con los vestidos de flores, cortesía de Monsieur Givenchy, cuando en la pantalla se detenía el tiempo.

Hablaremos de una tendencia, entonces , que no es tendencia porque nunca ha dejado de ser tendencia, de este trabalenguas se infiere que es un clásico: el vestido de flores.

Los vestidos de flores invernales aportan esa osadía de quien mira el termómetro como quien lee el menú del día en el bar de la esquina. Hace frío, sí ¿ y qué ? Denme ustedes una pelliza, unas buenas botas y me voy con mi vestido de flores a Invernalia a merendar con los Stark.

¿ Y con qué combinan los vestidos de flores ? Pues con todo, señoras, aunque si estamos en invierno, las buenas migas con unas botas no necesitan explicación.
Con botines, con botas altas, con deportivas, con botas militares
Un vestido de flores no necesita manual de instrucciones, corto o largo, confiere a su portadora una suerte de halo de hada muy de apreciar en este mundo invadido por los zapatones y uñas como pinchos morunos.
Con unas buenas medias, nada eclipsa a un vestido de flores
Con cazadora vaquera, con perfecto
Con abrigo de cualquier medida y pelaje
Veredicto: sí. Y punto, no hay más que decir…Flores, flores, everywhere, sin moderación, sin mesura y con flagrante abuso… porque animan, porque sientan bien, porque decoran hasta el día más insípido. Prueben y verán. Que no les desanime la talla ni la altura, es cuestión de aplomo, ya saben, eso que no cuelga en las perchas de Zara ni se vende online. ¿ Que salir de los confortables neutros cuesta ? ¿ Que la última vez que llevaron flores fue con zapato plano y coletitas ? Ya… en el mundo cambiante y eterno de la moda no hay nada fácil, pero que la primavera no les pille sin un vestido de flores.
¡ Feliz semana !