Entre los (des)propósitos que se ha marcado mi amiga Luci para este año que entra están: ir acompañada al monegasco Baile de la Rosa por George Clooney, crecer varios centímetros y pasar a la historia como gran benefactora de la humanidad por difundir la receta del roscón de Reyes que engorde lo que una lechuga sin aliño. Total, para llegar al final del año sin cumplir ni una sola de las intenciones, ella ya parte de algo irreal y así no tiene la sensación de fracaso. Vivir sin grandes expectativas puede dar la sensación de que se carece de ambición pero en realidad es bastante práctico. Ahora bien, no seré yo quien las desanime, señoras, de sus proyectos de año nuevo: dejen de fumar, hagan ejercicio, aprendan inglés, coman sano, ordenen los armarios o la buhardilla, en fin, lo clásico.
Planes, proyectos, intenciones…yo me hago todos los años con una libreta de tapas duras. Me gusta el ruido que hace al abrirse y el deslizar el bolígrafo por sus hojas vírgenes de propósitos. ¿ Que si los cumplo luego ? Ay, eso es secreto de sumario… Pero para enlazar con la tendencia sujeta a análisis esta semana diré que soy bastante cuadriculada.
Y de cuadros vamos a hablar…
Si han sido ustedes fieles seguidoras de este humilde blog, y me han acompañado en esta revisión de lo que se proclama como moda de la temporada actual, llegarán a la misma conclusión que yo, ya saben, aquella de que no hay nada nuevo bajo el sol. Corran a abrir sus armarios y encontrarán al menos una prenda de este estampado que, según los figurines proclamaron, allá por septiembre, está de plena moda.

En plena vigencia, si, desde hace varios siglos, está el Tartán,
Desde los orgullosos clanes de las Highlands a Vivienne Westwood y su rollo punk, este vistoso tejido con estampado de rayas verticales y horizontales sobre un fondo de color, persiste temporada tras temporada como lo que es: un clásico.
Que sienta bien, está fuera de toda duda…
Hasta el inmortal Sean Connery, con un pie en la cripta, sigue estando de lujo…
¿ Alguna precaución ?
Lo cierto es que me convence en todas sus variedades: pantalón, falda, chaqueta…
El tándem pantalón de cuadros y cazadora de cuero es un clásico atemporal que ha superado las connotaciones de la contracultura punk, pero mejor evitar botas militares y pelos extremos, sobre todo si se tiene la edad de haber sido groupie de los Sex Pistols.
Las mezclas con este estampado son una caja de bombas. El efecto ” Mira que estilo tengo, que entré en mi armario con los ojos cerrados y voy divina “, aquí no le funciona ni a las expertas.
Para sencillo y elegante, el Príncipe de Gales.
Repito, para sencillo y elegante…
Una chaqueta o un pantalón de este sobrio tejido son básicos en nuestro fondo de armario, que, como todos los discretos, admiten su punto de color sin perder protagonismo.
Combinar una chaqueta con vaqueros no tiene mayor misterio
O la simple distinción de un vestido bien cortado
O dos tipos diferentes de estampado de gales en chaqueta y abrigo
Pero este paño, al igual que el rey que abdicó por amor y del que toma su nombre, es orgulloso y no admite otras filigranas.
¿ Chaqueta y vestido de flores… ? Puede ser…Aunque yo evitaría llevarlo con botas de corte militar, al final tanta foto repetida en Instagram acaba aburriendo.
Pero lo que a mí me gusta de verdad es la Pata de Gallo...
Ya lo dejó el káiser dispuesto en su colección póstuma: pied de poule enorme , inmensa, omnipresente… pero, cuidado, es un tejido poderoso que no necesariamente empondera, quedan avisadas.
¿ Demasiado señorona… ? Admitámoslo, tiene su punto; es como el coñac, que como sienta bien es a pequeños sorbos.
Calmaré mi ansia de este estampado con complementos, como los zapatos salón de Pura López o las medias de Calzedonia.
¿ Qué más puedo añadir? Veredicto: sí, claro, rotundo, sin duda; cuadros a todas horas y sin mesura: en la felpa del pijama, en la manta de la siesta, en la gorra del abuelo, en el mantel de la merienda…en caso de duda, una camisa de cuadros
Como dijo John Lennon,” la vida es lo que te pasa, mientras tú la pasas haciendo planes. ” Según los que saben , las claves del éxito para cumplir un propósito de año nuevo es que sea UNO, SIMPLE Y CLARO. Añadan luego constancia, disciplina, motivación, fuerza de voluntad, determinación… y así de sencillo, llegarán al final de 2020 cumpliendo su objetivo. Tan fácil como la vida misma.
¡ Feliz semana !